–¿Me leerá usted sus poemas? Imagino que son ineficientes, arbitrarios y sobre todo, reconfortantes.

la puerta sin puerta

En la puerta sin puerta
escucha atento al pasar
el chascarrillo de los sentidos.

El movimiento se mueve insonoro.

Ilusorios y reales unas veces,
vacíos y tangibles tantas otras,
pensamientos libres que me habitan.
¿Qué decir ante el Misterio?


¡suelta!

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